lunes, octubre 13, 2014

El halo que envuelve esta rosa,
¿es un arabesco de su aroma o la frágil defensa que le abandonó la bruma?
La cabellera sobre tu rostro, ¿es la noche que tu mirada ha de disipar?
¡Despierta bien amada! El sol dora nuestros cálices. ¡Bebamos!

Omar Khayyám, Rubáiyát CXXXI.

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