viernes, octubre 31, 2014

Cuando te tambalees bajo el peso del dolor, y cuando agotes el manantial del llanto,
piensa en las silvestres yerbas que la lluvia como espejo bruñe.
Cuando te exaspere el resplandor del día, y
cuando anheles que una noche eterna se abata sobre el mundo,
piensa en el despertar de un niño.

Omar Khayyám, Rubáiyát CXLVII.

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