lunes, abril 22, 2013

Diana

Aparece por el lado izquierdo del escenario. Al final, como siempre. Como siempre olvido lo rubia que es. ¿Por qué? Hemos llegado puntuales a la cita. Pero sólo nosotros y unos cuantos más. Cuando ha transcurrido más de una hora del inicio hay quien sigue llegando y distrayéndonos. Lleva puesto un vestido corto, del exacto color de las flores de jacaranda, —las que siempre me recuerdan a ti— con adornos negros a manera de encajes encima y zapatillas de tacón negras de charol. Aunque los no enterados digan que ésta es su tercera visita, en realidad es la cuarta. He venido a todas menos a la primera; únicamente porque me enteré un día después de la presentación. Después de las usuales exclamaciones —mas bien pocas—, ocupa junto con su trío, su lugar. Y empieza el deleite con la canción de bienvenida: I love being here with you. Después de los aplausos, sigue con Let's fall in love, que también arranca unas cuantas aclamaciones que suponen de rigor quienes las profieren. Inmediatamente, la primera sorpresa de la noche: del Love Scenes, You call it madness, con la misma formación escuchada en el álbum. ¡Pero qué diferencia vocalmente! Prácticamente es otra canción la que nos lleva por un camino totalmente opuesto al que propone la letra. Y es aquí donde puedo comprobar que los asistentes no tienen ni la mínima idea de a quién están escuchando; lo sé por la escasa respuesta al finalizar su interpretación. Finalmente nos da la bienvenida y charla con nosotros. Cinco años han pasado desde la última vez. ¡Cinco! Y pensar que no iba a acudir esta vez. No acabo de creer que esté aquí: a pesar que lo supe desde febrero. Algo verdadero para celebrar este 2010. Y aunque de su grupo anterior sólo queda Anthony Wilson, todos son excelentes músicos: cumplen y rebasan las expectativas. Ahora se acercan a dos cortes de su más reciente álbum, Quiet nights; en segundo lugar el tema homónimo, antecedido por So nice. Bossa nova reinterpretada, y que por lo tanto, no puedo dejar de escuchar una y otra vez. A continuación, de All for you, A dedication for Nat King Cole Trio, Deed I Do que usualmente no estaba en programa de gira. Seguido por Exactly like you dedicada a su esposo. Enseguida, otra sorpresa más: al escuchar el nombre de Tom Waits, pienso inmediatamente en algún tema del disco The girl in the other room, mas no es así; se trata del tema no grabado aún: Rain Dogs.

Para seguir con los temas inéditos interpreta a solas y de forma única, otra vieja conocida pero escuchada en vivo la mayor parte de las veces, But not for me. Cualquiera que oiga su manera de darle sentido a las notas a solas con su piano, se dará cuenta que es una excelente interprete de jazz. Qué manera de hacer siempre más con los menores recursos. Terminada de esta delicia, un tema de suyo consentido, Boulevard of broken dreams, éste ejecutado de forma diferente a como fue plasmado en All for you. Misma dotación, corte: por lo tanto muy parecido; pero otra manera de frasear y por esto mismo nuevo, diferente. Estamos por llegar al final, lo sé porque a parte de no perder sus movimientos con los prismáticos, interrogo al reloj constantemente, Y siguen las novedades: un tema clásico, standard, pero que en su momento costó encontrar, incluso saber de su existencia: Cheek to cheek, a banda completa y extendido; el final cercano parece que hace a los intérpretes ejecutar su arte con toda la maestría que la experiencia puede dar. Aplauso atronador, estruendoso; llamado para salida a escenario nuevamente y bis, todo en uno; dos, tres ráfagas de ovaciones, más palmas. Segundos expectantes que la devuelven junto con el guitarrista, para un cierre que sigue haciendo uso de repertorio sin grabar, aún, en disco. De Bob Dylan y con el "sencillo" acompañamiento de Anthony Wilson, Simple twist of fate. Vaya forma de interpretar un tema que vuelve y vuelve, como rondó. Regresado al escenario el resto del cuarteto, y como por coincidencia del grito de una fanática que lo pide desde hace rato, atacan con The look of love, del álbum homónimo. Con ese cambio en la introducción y en la acentuación, crean una nueva canción completamente. E inmediatamente después y para concluir ahora sí, del más reciente álbum, Quiet nightsThe boy from Ipanema en vez de The girl from Ipanema, recogido a dueto con Rosemary Clooney en una grabación del año dos mil llamada Brazil, with John Pizzarelli. El acabose, final de apoteosis para una melodía favorita del público en general, familiarizado con los ritmos latin. Cascadas de aplausos respondidos con reverencias de la banda en pleno, y presentación de cada integrante del grupo; pero una vez fuera del escenario, las luces encendidas aniquilan la magia y nos devuelven a la realidad luego de vivir una noche de lluvia y excelente música que nos deja muy buen sabor de boca, llena de sonidos que nos acompañarán por largo tiempo en el recuerdo. 

Ocurrió el seis de abril, MMX, después de las 20:30 hrs.

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