—En Oxford Street —me dijo— repetiré los pasos de De Quincey, que buscaba a su
Anna perdida entre las muchedumbres de Londres.
—De Quincey —respondí— dejó de buscarla. Yo, a lo largo del tiempo, sigo
buscándola.
Jorge Luis Borges, Ulrica, en El libro de arena, 1975.
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