jueves, noviembre 06, 2014

Visto que nuestra suerte es sufrir para después morir
¿anhelaremos que nuestro mísero cuerpo vuelva de prisa a la tierra?
¿Y el alma, que Dios espera para juzgarla según sus méritos? —preguntaréis—.
Os contestaré cuando reciba noticias de alguien que torne del otro mundo.

Omar Khayyám, Rubáiyát CLIII.

No hay comentarios.: