»Y sólo en raras ocasiones las vendas se tuercen y se enredan alrededor de nosotros hasta que su extremo libre se anuda a otro extremo libre. Entonces estamos dulcemente asediados por las vendas, que forman un círculo. Y eso es la corona, lo perfecto.«
Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía, 1994.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario