martes, agosto 19, 2014

Siéntate y bebe:
gozarás de la felicidad que Mamhud no conoció. Escucharás los armónicos laúdes de los amantes: son los verdaderos salmos de David.
No te abismes en el pasado ni te angusties por el futuro.
Que tu pensamiento no vaya más allá de lo presente. He aquí el secreto de la paz. 
 
Omar Khayyám, Rubáiyát LXIV.

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