viernes, agosto 15, 2014

Los rertóricos y los sabios silenciosos murieron sin poder entender
sobre las custiones del ser y del no ser. ¿Qué nos importa ser ignorantes?
Sigamos saboreando el zumo del racimo
y dejemos a estos grandes personajes consolarse con las pasas.

Omar Khayyám, Rubáiyát LVIII.

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