sábado, julio 26, 2014

Nadie puede comprender lo inefable.
Nadie es capaz de ver lo que se oculta detrás de lo aparente.
Todas nuestras moradas son provisionales, salvo la última:
la morada de la tierra. ¡Bebe vino! ¡Vasta de inútiles palabras!

Omar Khayyám, Rubáiyát XXXI.

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