viernes, julio 18, 2014

La brisa de la primavera refresca el cuerpo de las rosas.
Y en la sombra azulada del jardín, acaricia también el cuerpo de mi amada.
A pesar de la plenitud que gozamos, olvido nuestro pasado.
¡Tan seductora es la caricia del presente!

Omar Khayyám, Rubáiyát XVII.

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