¡Actúa con prudencia viajero!
Peligroso es el camino que transitas y afilada la daga del destino.
No te hartes con las almendras dulces.
Contienen veneno.
Si sembraste en tu corazón la semilla del amor,
no fue inútil tu vida.
Tampoco si intentaste escuchar la voz de tu dios.
Y menos aún, si con sonrisa ligera ofrendaste al placer tu cáliz.
Acaso brotan de los labios muertos de una mujer
las raíces del narciso tembloroso al borde del arroyo.
¡Roza con leve pie el césped que hunden tus pasos!
Quizá nació de las cenizas de hermosos rostros donde triunfo el brillo de rojos tulipanes.
¡Bebe vino!
Largo será el tiempo que habrás de dormir
bajo tierra sin compañía de mujer y sin amigo.
Oye este secreto: los tulipanes secos no resucitan.